Publicado por: ACI Prensa
Publicado el 01-01-2018 en Caracas, Distrito Capital, Venezuela
(ACI).- En la Misa que celebró el 1 de enero en la Solemnidad de María Madre de Dios, el Arzobispo de Caracas (Venezuela), Cardenal Jorge Urosa Savino, dijo que en medio de las graves dificultades que afronta el país, el Señor sigue llamando a todos a ser felices.
Al iniciar el año 2018, señaló el Cardenal, “sin duda, estamos preocupados por las dificultades que estamos experimentando. Pero hoy, en esta celebración religiosa y eucarística nos llenamos de luz, de fuerza y de esperanza que nos comunica Jesucristo para afrontar adecuadamente, cristianamente lo que nos depare el Señor en este año que comenzamos”.
Según informa la Oficina de Comunicaciones del Arzobispado de Caracas, el Purpurado afirmó que “al iniciar este año y todos los días bajo el amparo de María Santísima, los cristianos lo hacemos confiados en la gran bondad del Señor, y llenos de esperanza en su divina Providencia, que dispone todo para bien de quienes lo aman, y que quiere nuestra felicidad”.
“De hecho, es Dios quien ha colocado en nuestros corazones el ansia de felicidad, pues nos ha creado a imagen y semejanza suya, que es la plena felicidad”.
El Cardenal Urosa exhortó a afrontar “este año 2018 con entusiasmo, confiados en el amor de Dios y, aunque mucha gente dice que este año va a ser muy difícil en Venezuela, nosotros vamos adelante con optimismo y firmeza”.
Para ser felices, continuó el Purpurado, es importante poner por obra la Palabra de Dios y vivir las virtudes. Sin ellas, alertó, “no hay felicidad posible, pues el pecado, que es lo contrario a la virtud, genera y provoca problemas dramas, tragedias y muerte. Todo lo contrario a la felicidad”.
“Hoy Dios nos llama a ser felices y para ello, a desterrar el pecado y a superar con una vida recta, santa y justa, las dificultades que vamos encontrando en la vida”, agregó.
El Arzobispo de Caracas explicó luego que en distintas actitudes como el olvido de Dios, la indiferencia religiosa, el ansia de poder y la soberbia política, son elementos que no permiten este camino a la felicidad.
“Por eso, necesitamos en Venezuela una profunda renovación espiritual, una intensa conversión moral a nivel social, nacional, comunitario”.
Es preciso, dijo el Cardenal Urosa, “que dejemos a un lado el pecado, que es la fuente de la injusticia, de la pobreza, de las tragedias, del horror de la muerte injusta. Y que todos hagamos lo que esté a nuestro alcance para lograr la paz”.
En ese sentido, el Arzobispo solicitó al gobierno que “asuma con responsabilidad su deber de proteger los derechos de los venezolanos: la vida, protegiéndonos de la delincuencia; y el derecho a la salud: potenciando los hospitales y servicios de salud, y sobre todo, resolviendo el gravísimo problema de escasez de medicinas”.
Asimismo, solicitó que se frene la inflación, “actualmente la peor del mundo, que está causando hambruna entre los venezolanos” y que haya elecciones libres y justas.
“Pidamos sobre todo, que los venezolanos podamos resolver nuestros conflictos de manera pacífica”, animó.
“¡Feliz año para todos! Que Dios nos bendiga. Que nuestra Madre celestial nos proteja. ¡Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios! Amén”, concluyó el Cardenal.