Publicado por: ACI Prensa

Discurso de agradecimiento del Papa Francisco a los voluntarios de la JMJ Lisboa 2023

Publicado el 06-08-2023 en Lisboa, Portugal


El Papa Francisco agradeció a los voluntarios por su trabajo incansable en la organización de los eventos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Lisboa 2023 en el Passeio marítimo de Algés, antes de despedirse de Portugal.

El Santo Padre comparó la dedicación de los voluntarios de la JMJ con el actuar de la Virgen María, los discípulos y Jesús mismo, quienes actuaron movidos por el amor y la urgencia de encontrarse con los demás. 

A continuación, les ofrecemos el texto completo de su discurso:

 

Queridos amigos: Bom dia e obrigado!

Gracias al Patriarca de Lisboa por sus palabras, a Mons. Aguiar y a todos ustedes por haber trabajado tanto y tan bien, hicieron posible estos días inolvidables. Han trabajado durante meses, discretamente, sin ruido ni protagonismos, para que todos pudiéramos estar aquí cantando juntos: “Jesús vive y no nos deja solos: ya no dejaremos de amar”. No sólo eso, han sido un ejemplo de equipo trabajando juntos. Y ustedes, más que un trabajo, ha sido un servicio, gracias. El servicio que hizo la Virgen María, que «se levantó y partió sin demora» (Lc 1,39) a servir a su prima Isabel, sintiendo la urgencia de compartir la alegría en el servicio, compartir la alegría en el servicio. La alegría en el servicio. Pensemos en Zaqueo, que se subió en un árbol para ver a Jesús y se bajó rápido, algo lo había tocado, y quería encontrar a Jesús y recibirlo en su casa (cf. Lc 19,6). Pensemos en las mujeres y en los discípulos, que en Pascua corrieron del cenáculo a la tumba, y luego volvieron para anunciarles a los demás que Cristo había resucitado (cf. Jn 20,1-18). Quien ama no se queda de brazos cruzados, quien ama sirve y quien ama corre a servir, corre a entregarse en el servicio de los demás. Y ustedes corrieron, corrieron bastante en estos meses. Yo pude ver el final nomás, en estos días, ver mientras respondían a mil necesidades. A veces con la cara marcada por el cansancio. Otras veces, un poco abrumados por las urgencias del momento. Pero siempre noté una cosa: que tenían los ojos luminosos, luminosos por la alegría del servicio, gracias. Ustedes posibilitaron este encuentro mundial de la juventud. Hicieron grandes cosas pero con gestos pequeños, como ofrecer una botella de agua a un desconocido, y eso crea amistad. Ustedes corrieron mucho pero no con la carrera frenética y sin rumbo que a veces es la que nos pide este mundo, no, ustedes corrieron de otro modo. Corrieron una carrera que lleva al encuentro con los demás para servirlos a los demás en el nombre de Jesús. Y ustedes vinieron a Lisboa para servir y no para ser servidos. ¡Gracias! ¡Muchas gracias!

Y ahora quisiera ser yo el amplificador, para que resuene lo que nos han dicho los testimonios, los testimonios de Chiara, Francisco y Felipe. Los tres nos hablaron de un encuentro especial con Jesús. Nos han recordado que el encuentro más hermoso, el motor de todos los demás, el que nos hace caminar en serio, que lleva adelante la vida, es con Jesús, es el encuentro más importante de nuestra vida. Renovar cada día el encuentro personal con Jesús es el centro de la vida cristiana. Y hay que renovarlo cada día para mantenerlo fresco, no solo en la cabeza sino en el corazón. Experimentamos que un pequeño “sí” a Jesús puede cambiar la vida. Pero también los “sí” dichos a los demás hacen bien; cuando son para el servicio. Ustedes en el momento del cansancio se animaron y siguieron diciendo sí para servir a los demás. Gracias por esto.

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