Publicado por: ACI Prensa

Obra de San Juan Pablo II: La familia cristiana y la misericordia de la Iglesia

Publicado el 22-10-2020 en Ciudad del Vaticano


“Los padres sinodales, dirigiéndose a los que ejercen el ministerio pastoral en favor de los esposos y de las familias, han rechazado toda separación o dicotomía entre la pedagogía, que propone un cierto progreso en la realización del plan de Dios, y la doctrina propuesta por la Iglesia con todas sus consecuencias, en las cuales está contenido el precepto de vivir según la misma doctrina”, continuó.

El Pontífice polaco destacó entonces que “no se trata del deseo de observar la ley como un mero ‘ideal’, como se dice vulgarmente, que se podrá conseguir en el futuro, sino como un mandamiento de Cristo Señor a superar constantemente las dificultades”.

“En realidad no se puede aceptar un ‘proceso de gradualidad’, como se dice hoy, si uno no observa la ley divina con ánimo sincero y busca aquellos bienes custodiados y promovidos por la misma ley. Pues la llamada ‘ley de gradualidad’ o camino gradual no puede ser una ‘gradualidad de la ley’, como si hubiera varios grados o formas de precepto en la ley divina, para los diversos hombres y las distintas situaciones”.

Juan Pablo II dijo también que “todos los esposos están llamados a la santidad en el matrimonio, según el plan de Dios, y esta excelsa vocación se realiza en la medida en que la persona humana se encuentra en condiciones de responder al mandamiento divino con ánimo sereno, confiando en la gracia divina y en la propia voluntad”.

Por tanto, subrayó, “los esposos a quienes no unen las mismas convicciones religiosas, no pueden limitarse a aceptar de forma pasiva y fácil la situación, sino que deberán esforzarse, con paciencia y benevolencia, por llegar a una voluntad común de fidelidad a los deberes del matrimonio cristiano”.

Sobre el rol de la mujer, el Papa se refirió a su dignidad y su capacidad de elegir.

“El Sínodo ha hablado de la mujer con palabras oportunas y persuasivas, con respeto y con mucha gratitud; ha hablado de su dignidad y de su vocación como hija de Dios, como esposa y madre. Y ha puesto de relieve también la dignidad de la madre, rechazando todo lo que lesiona su dignidad humana”, dijo el Papa Wojtyla.

“Por eso ha afirmado con razón que la sociedad debe organizarse de tal modo que las mujeres no se vean obligadas a trabajar fuera de casa por razones de retribución, o como se dice hoy por razones profesionales, sino que es necesario que la familia pueda vivir con holgura también cuando la madre se dedica plenamente a ella”, resaltó.

Para Angela Ambrogetti, directora de ACI Stampa, agencia en italiano del Grupo ACI, esta libertad “aún no ha sido alcanzada por las mujeres”, pero el “Magisterio en definitiva no cambia, aunque en las últimas décadas la pastoral con frecuencia se ha simplificado o descuidado”.

Oración a San Juan Pablo II:

Dios nuestro, pastor inmortal de los hombres,

mira con bondad al pueblo que te implora y concede a tu hijo, 

el Papa Juan Pablo II, que gobernó con amor a tu iglesia,

compartir con el rebaño que le fue confiado,

la recompensa prometida al  servidor bueno y fiel.

Amén.

 

 

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