Publicado por: La Prensa de Lara

Una artista talentosa y un raquetazo: Curiosidades de la Madre Carmen Rendiles

Publicado el 12-10-2025 en Barquisimeto, Estado Lara, Venezuela


Carmen Rendiles, más conocida como Madre Carmen, tuvo una vida caracterizada por el amor al servicio y la obediencia a la voluntad de Dios, que la llevaron a algunos eventos memorables que pocas personas conocen de esta próxima santa.

Por Paola Mosquera - octubre 12, 2025

La Madre Carmen Rendiles Martínez, fundadora de la Congregación Siervas de Jesús y próximamente la primera santa venezolana, es recordada por su profunda espiritualidad y su compromiso con la educación. Sin embargo, detrás de la mujer religiosa hay una mujer de un espíritu indomable y talentos sorprendentes que vale la pena redescubrir.

Desde muy joven, cultivó una sensibilidad artística que se manifestaba en su gusto por el dibujo a carboncillo y la pintura, una destreza que ejerció con una sorprendente habilidad a pesar de haber nacido sin su brazo izquierdo. Su vida es un testimonio de cómo la fe y la resiliencia pueden convertir la adversidad en una anécdota de superación. La Madre Carmen utilizó desde niña una prótesis en su brazo izquierdo, un aparato que lejos de ser un obstáculo, era un símbolo de su independencia.

Conocer estos detalles no solo nos acercan a la humanidad de esta venezolana ejemplar, sino que nos permiten dimensionar la fuerza de su voluntad, siendo una artista dedicada, capaz de dominar las bellas artes con un solo brazo funcional, y una deportista amateur que no temía a los desafíos.

Por eso es importante resaltar algunas de sus facetas menos conocidas: la precisión de su arte a carboncillo, las curiosidades de la prótesis que la acompañó toda su vida y el jocoso momento que vivió en la cancha de tenis, demostrando que su camino a la santidad estuvo pavimentado con disciplina, creatividad y una alegría inquebrantable.

La prótesis que usaba la Carmen Rendiles

Gracias a la buena situación económica que gozaba la familia Rendiles Martínez, podían obtener una óptima atención médica para la pequeña Carmen Elena. Estaba dentro de sus posibilidades adquirir una prótesis para su brazo izquierdo, de manera que podía así tener una apariencia con la que se sintiera más cómoda y no ser juzgada por su discapacidad.

Sin embargo, durante largo tiempo la prótesis le causó incomodidad para desenvolverse en la vida cotidiana, pues estaba elaborada con materiales pesados, hecho con armatostes de goma combinado con acero y cabilla. Además, requería de un aparataje de correas de cuero para sujetarla al antebrazo, siendo incluso algo rudimentario.

Si bien la ayudaba en su apariencia estética, era bastante pesado y en sus primeros años de vida fue un reto adaptarse a ella. Durante los años de su infancia, Carmen Rendiles vivió varios momentos bastante memorables con sus hermanos, especialmente en los momentos de juego y diversión.

Su hermano Francisco José era el más propenso a hacer trampas en algunos momentos de juego, y la joven Carmen Elena, con valores fuertes desde una edad temprana y siendo la líder entre sus hermanos, solía levantar su prótesis cada vez que veía venir una injusticia como símbolo de orden y autoridad.

Aunque no todo fue fácil al principio para la próxima santa, pues también se llegó a sentir rechazada o juzgada por la sociedad de la época. En una ocasión, cursando el cuarto grado en el colegio San José de Tarbes, le pidió a su maestra no llamarla a escribir en la pizarra, para no llamar aún más la atención.

Pero su resiliencia y su entendimiento de la voluntad de Dios siempre fue bastante fuerte, pues en un escrito realizado en su juventud, Carmen Rendiles interpreta su discapacidad como una “gracia de Dios”, que la ayudaría a no apegarse a las cosas materiales de la vida terrenal.

Un juego de tenis con una gran anécdota

De hecho, esta prótesis fue protagonista de divertidos episodios que reflejan su carácter jovial, como aquel que se cuenta sobre una partida de tenis, donde su ingenio y buen humor transformaron un juego casual en un momento memorable.

A veces se dejaba llevar por la impulsividad, como cualquier adolescente en etapa de desarrollo, especialmente en esta ocasión. Un día que estaba jugando tenis con una amiga, esta estaba coqueteando con un joven que a Carmen Rendiles le parecía buenmozo, por lo cual le pegó con la raqueta.

Carmen Rendiles fue una artista talentosa

La Madre Carmen Rendiles poseía una marcada inclinación artística desde sus primeros años. A pesar de haber nacido sin su brazo izquierdo, desarrolló habilidades en actividades manuales y artísticas.

En su juventud, también se interesó por realizar otras actividades, que pudo dominar muy bien a pesar de su condición. A los 18 años, se inscribió en una Escuela de Artes y Oficios que estaba cercana a su hogar, donde pudo aprender a apreciar el arte, e incluso, mezclarlo con su amor por Dios.

Destacaba dibujando con carboncillo, tenía un afín especial por realizar rostros con este material. En una ocasión llegó a realizar un dibujo bastante detallado y hermoso de la figura del Sagrado Corazón de Jesús, que la cautivaba profundamente.

Aunque tuvo que abandonar la escuela de arte para seguir su camino religioso, esto subraya su conocimiento y afición por la pintura y el dibujo, demostrando la capacidad de Carmen Rendiles para la creación a pesar de su condición.

 

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