
Publicado por: El Siglo
Publicado el 15-10-2025 en Maracay, Estado Aragua, Venezuela
La madre Carmen Rendiles Martínez se convertirá en la primera santa nacida en Venezuela. La noticia ha sido recibida con profunda alegría por la comunidad católica, que durante décadas ha venerado a la fundadora de la Congregación de las Siervas de Jesús.
Nacida en Caracas el 11 de agosto de 1903, la vida de la madre Carmen Rendiles fue un ejemplo de servicio y educación. Dedicó su vida a la formación religiosa, fundando la Congregación de las Siervas de Jesús, cuyo carisma se centra en la educación y la atención a los más necesitados. Su legado como educadora y religiosa perduró hasta su fallecimiento el 9 de mayo de 1977, a causa de una gripe.
El proceso de canonización ha estado marcado por la confirmación de milagros que desafían la explicación científica, un requisito indispensable para la Iglesia Católica. El papa Francisco, antes de su fallecimiento, aprobó la canonización de la religiosa, un hito que marca la historia espiritual de la nación.
Uno de los casos más conocidos y que allanó el camino a su beatificación fue el de la médico cirujana Trinette Durán de Branger en el año 2003. Tras sufrir una fuerte descarga eléctrica en un hospital público, Durán experimentó graves secuelas en su brazo derecho que requerían una cirugía compleja.
La doctora Durán, en diversas entrevistas, relató que tras visitar el lugar donde reposaban los restos de la monja en el Colegio Belén de Caracas, fue curada de forma inexplicable. La sanación la libró de una incisión quirúrgica que debía extenderse desde su mano hasta la axila, siendo este el primer milagro atribuido a la intercesión de la madre Carmen.
El segundo milagro, clave para su canonización, ocurrió en 2015 e involucró la sanación de una joven diagnosticada con hidrocefalia, una afección severa que acumula líquido cefalorraquídeo en el cerebro. La joven había sido sometida a múltiples operaciones y su estado de salud era crítico.
Los familiares y devotos de la madre Carmen Rendiles iniciaron una cadena de oración. Tras tocar un retrato de Rendiles, la salud de la joven experimentó una mejoría inmediata. «La recuperación de la joven fue completa, estable y duradera, y el suceso se juzgó inexplicable desde el punto de vista científico», confirmó el Vaticano, certificando el segundo milagro.
La vida de la beata, marcada por una profunda fe y dedicación, ahora se eleva a los altares, ofreciendo al país un nuevo referente de santidad. La canonización no sólo celebra su legado, sino que también refuerza la fe de los venezolanos, que ven en ella una intercesora de esperanza y caridad.
FABIOLA RODRÍGUEZ | elsiglo