
Publicado por: Vida Nueva Digital
Publicado el 08-03-2025 en Ciudad de México, México
El presidente del Episcopado reveló que están esperando una muy buena noticia sobre otra canonización en el país suramericano
Por Ángel Alberto Morillo
La canonización de José Gregorio Hernández, primer laico en la historia de Venezuela en llegar a los altares, trae una sorpresa.
Así ha declarado, en una rueda de prensa, Jesús González de Zárate, arzobispo de Valencia y presidente de la Conferencia de obispos, quien aseguró que están a la espera de “una muy buena noticia”.
El prelado informó que están a la expectativa de la noticia de otra canonización y sin dar más detalles soltó, risueño: “será una muy buena noticia en ese campo, otra canonización, una de las hermanas”.
González de Zárate se refería a alguna de las tres beatas, Madre María de San José (1995), la Madre Candelaria de San José (2008) y la Madre Carmen Rendiles (2018). Tan solo están a la espera del boletín oficial para conocer cuál de las tres religiosas acompañará a los altares al médico de los pobres.
El arzobispo hace votos por la pronta recuperación del papa Francisco para que luego del consistorio fije fecha y presida la ceremonia en la que seguramente tendrán dos venezolanos santos.
Sobre las tres hermanas
Todas beatas y religiosas. La primera fue María de San José fue la primera beatificada en 1995. Su nombre de pila fue Laura Evangelista Alvarado, declarada sierva de Dios en 1969.
23 años más tarde, en 1992, su caso se retomó para ser nombrada por Juan Pablo II como venerable. El milagro que se le atribuyó fue sanar a una hermana de su congregación, las Hermanas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús.
La segunda es Candelaria de San José, nacida como Susana Paz-Castillo, fue una mujer de profunda fe y caridad. Tras quedar huérfana, dedicó su vida al cuidado de los necesitados.
En 1903 fundó las Hermanas Carmelitas en Altagracia de Orituco, Venezuela, enfocándose en la educación y la salud. Vivió en pobreza y humildad, inspirando a muchas con su ejemplo
En 2008, Benedicto XVI la declaró beata tras un proceso de 39 años, que inició en 1969 y fue acelerado en 2004.
Pasaron 10 años y en 2018, Carmen Rendiles, religiosa con una discapacidad física, se convirtió en la tercera beata de Venezuela. Fundó a las Siervas de Jesús. Su espiritualidad se centró en la Eucaristía y en la devoción a la Virgen María. Fue reconocida por su humildad, caridad y entrega incondicional.
Su proceso comenzó en 1993. En 2013, el papa Francisco la declaró venerable por sus virtudes heroicas con base en los testimonios y documentación recogida por la arquidiócesis de Caracas.