Publicado por: ACI Prensa
Publicado el 14-07-2017 en Ciudad del Vaticano
VATICANO, 14 Julio 2017 (ACI).- El Papa Francisco lamentó “la indiferencia ante nuestra casa común” que ocasiona actitudes irresponsables hacia el medio ambiente, y pidió un mayor respeto por la creación de forma que se avance en la mejora de la calidad del aire y del agua.
El Pontífice realizó estas valoraciones en el mensaje que envió a los participantes en el Congreso internacional “Laudato si’ y Grandes Ciudades” que se está celebrando en Río de Janeiro, Brasil, del 13 al 15 de julio.
El Santo Padre reflexionó sobre las llamadas “tres R” en torno a las que gira su Carta encíclica Laudato si’: respeto, responsabilidad y relación. Son tres conceptos “que ayudan a interactuar de forma conjunta ante los imperativos más esenciales de nuestra convivencia”.
Respeto
“El respeto es la actitud fundamental que el hombre ha de tener con la creación –afirmó el Pontífice–. Ésta la hemos recibido como un don precioso y debemos esforzarnos para que las generaciones futuras puedan seguir admirándola y disfrutándola. Este cuidado debemos enseñarlo y transmitirlo”.
Señaló que “es un deber de todos crear en la sociedad una conciencia de respeto por nuestro entorno; esto nos beneficia a nosotros y a las generaciones futuras”.
En este sentido, citó el caso concreto del agua potable y limpia, “expresión del amor atento y providente de Dios por cada una de sus criaturas” y “un derecho fundamental, que toda sociedad debe garantizar”.
Responsabilidad
“La responsabilidad ante la creación es el modo con el que debemos interactuar con ella y constituye una de nuestras tareas primordiales”, explicó Francisco.
Indicó que “no podemos quedarnos con los brazos cruzados, cuando advertimos una grave disminución de la calidad del aire o el aumento de la producción de residuos que no son adecuadamente tratados”.
“Estas realidades son consecuencia de una forma irresponsable de manipular la creación y nos llaman a ejercer una responsabilidad activa para el bien de todos. Además, comprobamos una indiferencia ante nuestra casa común y, lamentablemente, ante tantas tragedias y necesidades que golpean a nuestros hermanos y hermanas”.
Como vía para promover una cultura de la responsabilidad, indicó que “cada territorio y gobierno debería incentivar modos de actuar responsables en sus ciudadanos para que, con inventiva, puedan interactuar y favorecer la creación de una casa más habitable y más saludable. Poniendo cada uno lo poco que le corresponde en su responsabilidad, se estará logrando mucho”.
Relación
Sobre la “relación” advirtió que el aumento de la población en las ciudades genera sociedades más plurales pero también más cerradas, lo cual genera “una reciente falta de relación”.
“La falta de raíces y el aislamiento de algunas personas son formas de pobreza, que pueden degenerar en guetos y originar violencia e injusticia. En cambio, el hombre está llamado a amar y a ser amado, estableciendo vínculos de pertenencia y lazos de unidad entre todos sus semejantes”, explicó.
“Es importante que la sociedad trabaje conjuntamente en ámbito político, educativo y religioso para crear relaciones humanas más cálidas, que rompan los muros que aíslan y marginan. Esto se puede lograr a través de agrupaciones, escuelas, parroquias, etc., que sean capaces de construir con su presencia una red de comunión y de pertenencia, para favorecer una mejor convivencia y lograr superar tantas dificultades”, concluyó.