Publicado por: ACI Prensa
Publicado el 08-11-2017 en Ciudad del Vaticano
VATICANO, 08 de noviembre de 2017 (ACI).- El Papa Francisco ha dado inicio a un nuevo ciclo de catequesis sobre la “Santa Misa” que desarrollará cada miércoles durante la Audiencia General. Esta semana fue la primera, y en ella explicó las razones que le han llevado a elegir este tema.
Estas catequesis “fijarán la mirada en el ‘corazón’ de la Iglesia, es decir, en la Eucaristía”. “Es fundamental para nosotros los cristianos comprender bien el valor y el significado de la Santa Misa, para vivir cada vez más plenamente nuestra relación con Dios”.
El Pontífice pidió no olvidar “al gran número de cristianos que, en todo el mundo, en 2.000 años de historia, han resistido hasta la muerte para defender la Eucaristía; y cuántos todavía hoy arriesgan su vida para participar en la Misa dominical”:
Puso de ejemplo la persecución que sufrió en el año 304 un grupo de cristianos en el grupo de África y el testimonio que dieron. “Nos interpela a todos y pide una respuesta sobre qué significa para cada uno de nosotros participar en el Sacrificio de la Misa”.
Francisco recordó que ‘Eucaristía’ significa ‘acción de gracias’: agradecimiento a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo que nos involucra y nos transforma en su comunión de amor”.
“El Concilio Vaticano II estuvo fuertemente animado por el deseo de conducir a los cristianos a comprender la grandeza de la fe y la belleza del encuentro con Cristo” y “por eso era necesario ante todo poner en marcha, con la guía del Espíritu Santo, una adecuada renovación de la liturgia, porque la Iglesia vive continuamente de ella y se renueva gracias a ella”.
El Papa destacó la importancia de la “formación litúrgica de los fieles” que es “indispensable para una verdadera renovación”. “Este es el objetivo del ciclo de catequesis que iniciamos hoy: crecer en la conciencia del gran don que Dios nos ha donado en la eucaristía”.
“La eucaristía es un acontecimiento maravilloso en el que Jesucristo, nuestra vida, se hace presente” y "los sacramentos y la celebración eucarística de modo particular, son signos del amor de Dios, las vías privilegiadas para encontrarnos con Él”.