
Publicado por: ACI Prensa
Publicado el 15-10-2025 en Ciudad del Vaticano
Por Andrés Henríquez
15 de octubre de 2025
07:16 p. m.
La curación inexplicable de una joven caraqueña que en 2018 padecía meningitis y encefalitis ha servido para que la beata Madre Carmen Elena Rendiles sea canonizada este domingo 19 de octubre por el Papa León XIV en la Plaza de San Pedro.
Se trata de la primera religiosa venezolana en alcanzar la santidad, a la que llegará junto al doctor José Gregorio Hernández y otros cinco beatos de todo el mundo.
En entrevista con ACI Prensa, el P. Franklin Manrique contó los pormenores de la curación de Fabiola de Abreu Obadía, que este año el Vaticano declaró como una de carácter sobrenatural.
“Fabiola, esta jovencita, empezó a padecer de dolores de cabeza. Descubren que tiene una hidrocefalia, le colocan una válvula —luego una segunda válvula— y se enferma aún más. Queda prácticamente en estado vegetal y se va a contaminar con meningitis y encefalitis. Algunos dicen que había indicios de una apofia cerebral porque estaban sus manos todas tullidas y su cuello de lado, no había ningún tipo de reacción”, recordó el sacerdote.
El P. Manrique trabajaba entonces como capellán del Colegio Belén de Caracas, una institución fundada por Madre Carmen y administrada hasta hoy por su congregación, las Siervas de Jesús. En este lugar reposan los restos mortales de la próxima santa.
Es gracias a su ministerio en el Colegio Belén que este sacerdote venezolano llega a conocer de manera muy íntima a Fabiola y a su familia.
“Gracias, Señor, gracias”
El 16 de junio de 2018 fue beatificada la Madre Carmen en una multitudinaria Misa celebrada en Caracas. Ese día, estando Fabiola muy grave de salud, lo que le impedía valerse por sí misma, Gisela, su madre, enciende la televisión y —casi por casualidad— se encuentra con la transmisión de la ceremonia.
Era la primera vez que escuchaba de Carmen Rendiles. Entonces, una moción interior le invitó a pedir a la beata que intercediera por la salud de su hija. Al comentar esto con su familia, deciden acudir al Colegio Belén en donde conocen a las hermanas de la congregación y al P. Manrique.
Desde entonces se empieza a desarrollar una cercanía entre el sacerdote y la familia. El P. Manrique celebra primero, previa autorización del obispo local, una Misa en la casa donde estaba postrada Fabiola y luego otra, cuando los médicos le permiten a la joven salir de su casa, en el Colegio Belén.
En esta segunda celebración, el sacerdote pide a las hermanas que pongan una reliquia de Madre Carmen en las manos de la joven y además pide que traigan el cuadro de la religiosa venezolana frente al cual ocurrió el primer milagro que permitió su beatificación.
Fabiola recibió la comunión, una mínima partícula que consumió con mucha dificultad porque no tenía capacidad de masticar ni tragar, y luego todos los presentes rezaron en silencio.
“Una de las hermanas le colocó el cuadro y le dijo: 'Eres muy linda, Madre Carmen le va a pedir a Dios por ti'; y al final yo le dije a la mamá de ella, a la señora Gisela: 'Dios te va a sorprender, solo tienes que decir: 'Gracias, Señor, gracias'”, contó el P. Manrique.
Una curación inexplicable
Pasaron los días y el sacerdote recuerda que el 18 de septiembre de aquel año, la salud de Fabiola empeoró súbitamente. “Se iba como apagando, porque ya no había ningún tipo de reacción”, dijo. Sin embargo, todo cambiaría radicalmente la mañana siguiente.
“El 19 de septiembre de 2018 en la mañana, Fabiola dice: 'Mamá, dame el teléfono para hablar con mi abuela'. Su mamá se sorprende porque tenía más de 4 meses que ella no hablaba, no comía, no decía nada y le da el teléfono. Con dificultad marca, habla con la abuela, llama a las tías y pide comer, aunque tenía una sonda, no tenía ninguna dificultad para comer después de tantos meses”, explicó el P. Manrique.
Una de las tías llama al sacerdote y le cuenta la extraordinaria situación. La familia decide volver al Colegio Belén, era un jueves, por lo que el Santísimo Sacramento estaba expuesto todo el día.
“Mi mayor sorpresa es cuando me envían un video de Fabiola saliendo del carro caminando hasta la tumba de Madre Carmen. En el momento yo digo que es un milagro, porque la he visto [durante la enfermedad] pero luego vendrá todo lo que la Iglesia tiene que decir”, agregó.
Precisamente, desde ese momento inició un proceso de documentación e investigación eclesiástica que terminaría este 2025, con la aprobación del Papa Francisco del segundo milagro y el decreto de canonización de Madre Carmen.
Una fiesta para toda Venezuela
El P. Manrique fue enfático al señalar que la canonización de los dos primeros santos venezolanos es una fiesta para el país en muchos sentidos: para los laicos y los religiosos, para los docentes y educadores, para los médicos y para los que siembran valores.
“Es una fiesta para las familias y para fortalecer la amistad. Es una fiesta para poner en el tapete la figura de la mujer, que en medio de lo cotidiano sabe salir adelante y ser signo de esperanza”, comentó.
“Tanto Madre Carmen como José Gregorio tenían una vida dedicada al servicio de los demás. A todos los venezolanos nos caracteriza la solidaridad y el sentido de ayudar al otro, debemos retomar eso haciendo el bien. Que podamos vencer el egoísmo y la división, viendo en Madre Carmen y José Gregorio un gran tesoro para todos los venezolanos”, añadió.
La historia de Fabiola de Abreu y el testimonio del P. Franklin Manrique han quedado plasmada en un documental que las Siervas de Jesús han publicado en el canal de YouTube oficial de Madre Carmen.