Publicado por: ACI Prensa
Publicado el 17-03-2020 en Ciudad del Vaticano
Con motivo de la pandemia de coronavirus las Misas de muchas diócesis del mundo han sido suspendidas para evitar el contagio de este virus y por eso se anima a participar en la Eucaristía a través de la radio, la televisión o internet.
Por eso el sacerdote de la Archidiócesis de Toledo (España), el P. Miguel Garrigós, propuso para ACI Prensa 8 puntos para vivir la celebración eucarística de manera remota pero con el debido recogimiento y preparación.
1.- Prepara tu corazón un tiempo antes de conectarte a la celebración de la Misa retransmitida por televisión, radio o internet. Sería bueno que leyeras con antelación las lecturas de la Palabra de Dios que se van a proclamar. Valora el inmenso don que es el Sacramento de la Eucaristía, dando gracias al Señor porque te permite unirte espiritualmente.
2.- Si vais a seguir la retransmisión en familia es muy buena ocasión para dar a los hijos una catequesis sobre cada una de las partes de la Misa. Hazlo en voz baja, para que ellos perciban que están viviendo algo sagrado.
3.- Cuando empiece la celebración, intenta desconectarte de todo lo demás: deja a un lado los chats del móvil, no estés haciendo otras tareas que te distraigan. Únete profundamente, con recogimiento, al sacerdote que preside, pidiendo perdón por las faltas que hayas cometido.
4.- Puede ayudarte a mantener viva la atención que tengas las posturas que adoptarías si estuvieras en la Iglesia. Esto ayudará particularmente a los más pequeños de la casa.
5.- En el momento del Ofertorio, pon sobre el altar todo lo que estás viviendo, tus sufrimientos y tus esperanzas, renovando tu ofrenda al Señor.
6.- Vive con especial fervor el momento de la consagración, si es posible, poniéndote de rodillas para adorar este gran Misterio del Amor que vuelve a hacerse realmente presente cada vez que el sacerdote consagra el pan y el vino, que se transforman en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. Cierra los ojos para descubrir cómo se unen el Cielo y la Tierra, todos los ángeles y los santos se postran para adorar al Señor del Universo que se hace pequeñito por Amor a nosotros.
7.- En el momento del Padrenuestro, acuérdate de todos tus hermanos, hijos del mismo Padre Celestial, que repartidos por toda la tierra alaban a su Señor.
8.- Llegados al momento de la Comunión, ponte rodillas y haz una comunión espiritual, avivando el deseo inmenso de recibir a Jesucristo en tu alma. Recita alguna de las oraciones que la piedad cristiana ha elaborado con fervor para este momento. Si participan los niños, les puede ayudar mucho rezar las oraciones que el Ángel enseñó a los Pastorcitos de Fátima. Prueba a que las recen como pidió el Ángel a esos pequeños: postrados de rodillas, con la frente en el suelo. Contempla con los ojos de tu corazón a Jesús que te ama con locura. Preséntale en este momento todas tus intenciones y necesidades. Dale gracias por tanta Misericordia. Dile con cariño cómo te gustaría poder recibirle en la Eucaristía.
9.- Al concluir la Misa, agradece al Señor que a través de los medios de comunicación hayas podido participar en el Santo Sacrificio del Altar.