Publicado por: ACI Prensa
Publicado el 30-10-2018 en Santiago de Chile, Chile
Más de dos mil venezolanos en Santiago de Chile participaron en la tradicional bajada de la imagen de la Virgen de Chiquinquirá, advocación muy querida en el estado de Zulia (Venezuela).
Los fieles se dieron cita el sábado 27 de octubre en la Parroquia Latinoamericana para participar en la Misa presidida por el sacerdote de la Arquidiócesis de Maracaibo, P. Alberto Quinteros; para luego realizar una procesión con la imagen mariana.
Esta es la primera bajada de la “Chinita” -como se le conoce a la Virgen de Chiquinquirá en Zulia- que se realiza en Chile, ya que la réplica llegada de Venezuela arribó a la Parroquia Latinoamericana en noviembre de 2017. A través de danzas, cantos alegres mostraron su júbilo por poder participar en este evento.
“Esta es una tradición hermosa y muy emotiva para nosotros. Todos los últimos sábados del mes de octubre ella baja a encontrarse con su pueblo. En medio de todo lo que como pueblo nos ha tocado vivir nadie pensó una celebración así”, dijo el P. Quinteros.
“La gente migra para buscar una mejor condición, pero encontrarse con su cultura, con su religión, con su espíritu y amor tan grande que tenemos hacia la Chinita, fue algo muy grande y único que nos llenó de esperanza”, agregó el sacerdote.
Al terminar la Misa, los fieles salieron en procesión con la imagen. “Fue un hermoso momento de comunión de la Iglesia de Venezuela con la Iglesia de Santiago, celebrando una devoción tan importante para ellos. Esto ayuda para que los migrantes de aquí se puedan mantener en su fe, fue como volver a Venezuela”, dijo el P. Marcio Toniazzo, párroco y también Director del Departamento de Movilidad Humana del Arzobispado de Santiago.
Historia de la devoción
La tradición cuenta que a mediados del siglo XVI una sencilla mujer lavaba su ropa en las orillas del Lago de Maracaibo cuando vio flotar una tabla de madera fina. La recogió pensando en que podía utilizarla para la tinaja de agua que tenía en su casa.
A la mañana siguiente cuando se preparaba el café, escuchó unos golpes como si alguien estuviera llamado. Con asombro vio que la tablita sobre la tinaja brillaba y aparecía la imagen de la Virgen con el niño en brazos junto a San Antonio y San Andrés, a la que llamaron Nuestra Señora de Chiquinquirá.
Numerosas personas acudieron a ver el milagro del cual hablaba la señora y desde entonces la casa de la lavandera fue el lugar donde se veneró la imagen.
Con el tiempo las autoridades de Maracaibo organizaron una procesión para trasladar la imagen al templo principal de Zulia. Sin embargo, los dos hombres que cargaban la imagen no pudieron continuar el trayecto ya que se hizo muy pesada al punto que no pudieron avanzar.
Luego de muchos ruegos, los presentes concluyeron que quizás la Chinita no quería salir del pueblo zuliano, así que con el tiempo se construyó un templo y actualmente una basílica custodia la imagen original.