Publicado por: ACI Prensa
Publicado el 11-12-2024 en Ciudad del Vaticano
Tres consagradas y tres sacerdotes encargados de la pastoral de jóvenes del Regnum Christi en Madrid (España) han elaborado una propuesta para meditar durante el tiempo de Adviento de la mano de San José.
De su cercanía con los jóvenes entendieron “la necesidad y la sed que hay en ellos de aprender a rezar, de hacer silencio, y, de algún modo, de ser acompañados ‘de la mano’ a entrar poco a poco en los Evangelios”,
Así lo explica a ACI Prensa Tere Rodríguez, consagrada y directora de la sección de jóvenes del Regnum Christi en Madrid, quien añade que la elección del padre adoptivo de Jesús para recorrer este tiempo litúrgico se basa en que, a pesar de ser “un santo silencioso y siempre en la penumbra”, lo que conocemos nos revela “su profunda y verdadera santidad de vida, en la sencillez de la rutina diaria”.
“En Adviento solemos acercarnos a María, pero poco a San José, que fue igual de protagonista que ella de este último mes antes del nacimiento de Jesús”, subraya.
El folleto de meditaciones de Adviento y Navidad propone además “un acercamiento a un hombre fundamental en la vida de Jesús”, pero sin hacer “teología ficción”.
“La idea más bien es acercarnos a sus sentimientos como hombre, con lo poco que nos revela el Evangelio (desconcierto, fe profunda, amor a la voluntad de Dios por encima de sí mismo), y desde aquí, aprender lo que podamos para nuestra propia vida cristiana”, explica Rodríguez.
Las meditaciones tratan de acercarse al corazón de San José que “no fue inmaculado (como María), no tuvo la aparición de un ángel (sólo en sueños), no vivió en su carne el milagro de la Encarnación”.
En este sentido, “él fue ‘uno de nosotros’, como nosotros, en totalidad” y por eso “podemos contemplar sus sentimientos y reacciones más de cerca, porque las ‘comprendemos’, en cierta medida”.
“Podemos orar desde la contemplación de lo que él ha vivido, admirando y profundizando en su cercanía con el Señor, que le llevó a dejar su juicio y su voluntad totalmente en manos de ese Dios que le pedía todo”, subraya la consagrada.